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Primer tiro
Un precio del petróleo mayor a lo presupuestado, un incremento en las tasas de interés internacional que aumentará el costo del refinanciamiento de la deuda pública y reducirá el crecimiento en EU y el resto del mundo (lo que junto al aumento de la tasa de interés domestica reduciría el crecimiento presupuestado en por lo menos un punto porcentual), son algunos de los elementos del nuevo Panorama Macroeconómico que enfrenta la economía dominicana. La inflación se acelera y el choque petrolero continúa intensificándose. El aumento en el tipo de cambio y el fuerte crecimiento en la demanda de rendimiento a los títulos de la deuda publica demuestran que las expectativas inflacionarias y devaluatorias continúan en una pendiente ascendente. La intensificación del choque petrolero, y la mayor probabilidad de aumentos más rápidos y frecuentes de las tasas de interés en EU, son elementos que obligarían al Banco Central a decidir (de manera preventiva) un nuevo aumento de al menos 25 puntos básicos en su Tasa de Política Monetaria (TPM).
Segundo Tiro
Medir el impacto presupuestario del nuevo Panorama Macroeconómico es tarea pendiente, aunque de antemano se sabe que los mayores precios de los combustibles, de las tasas de interés y del tipo de cambio, así como el menor crecimiento de la economía que implica la absorción del choque externo, producirá un aumento de gastos mayor que de ingresos. Aun sin mitigación del impacto del choque inflacionario en los niveles de pobreza de los hogares más vulnerables, el déficit fiscal presupuestado aumentará, mientras que el choque petrolero y de tasas de interés producirán un aumento en los déficits de cuenta corriente y de capital de la balanza de pagos. Ambos déficits tienen que ser financiados, y los inversionistas solo estarían dispuestos a comprar nuevos títulos de deuda si el rendimiento ofertado se coloca dentro de su curva riesgo/rentabilidad, y por el lado de la política monetaria, hay que tomar en cuenta que una condición necesaria es que la TPM alcance un nivel óptimo, en el que se pueda absorber el choque externo y frenar las expectativas inflacionarias y devaluatorias, y que al mismo tiempo permita obtener los recursos necesarios para financiar los nuevos y mayores déficits internos y externos.
Tercer Tiro
Anclar las expectativas y asegurar el financiamiento de los déficits son elementos del gran reto que representa la absorción optima del choque externo, el cual debería ser enfrentado con una revisión y reordenamiento transitorio de las prioridades de políticas públicas, lo cual debería ser colocado de manera coherente en un Programa Transitorio de Prioridades, que sirva de insumo fundamental para una posterior reformulación presupuestaria. Un programa de transferencias monetarias a los hogares con índices de Condiciones de Vida del nivel uno (con lo cual se evita que el choque externo aumente la pobreza monetaria), un aumento de la productividad agrícola (mediante un mayor y mejor uso de la tierra) en los cultivos de ciclo corto que forman parte de la canasta del IPC, y un aumento de la publicidad y promoción del Turismo que asegure una total recuperación del flujo de visitantes extranjeros, son partidas a incluir en las nuevas Prioridades de gastos, las cuales podrían financiarse con reprogramaciones de vencimientos de deuda pública.
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